Ex Villa Turística Lago Epecuén - Carhué
No serán las Ruinas de Pompeya, pero Buenos Aires también posee un lugar donde es posible atestiguar los estragos que puede causar la potencia de la naturaleza.
Esta villa fue durante gran parte del siglo XX un importante centro turístico. El principal atractivo para sus visitantes consistía en las aguas del lago, cuya hipersalinidad lo convertía en una suerte de spa natural donde uno podía acudir para aliviar dolores reumáticos y problemas de artritis. Pero ese oasis sanador que puso a la zona en el mapa también tenía un lado oscuro: en épocas de lluvia su nivel solía aumentar drásticamente. Para subsanar el problema de esta variación, a fines de los ´70 se encararon importantes obras hidráulicas que quedaron inconclusas y gracias a ello terminaron causando el efecto contrario al originalmente buscado. El 10/11/1985, tras una enorme crecida, las aguas sobrepasaron el nivel del terraplén de contención que se había instalado y firmaron el acta de defunción del pueblo, cuya mayor parte quedó sumergida.
Queda como anécdota que, tras la evacuación, los habitantes recibirían indemnizaciones insuficientes y algún que otro funcionario resultaría imputado dadas las irregularidades detectadas durante el proceso de utilización de los fondos recibidos para la realización de esas obras que iban a subsanar el problema de los desbordamientos y que nunca finalizaron.
El lago tardó muchos años para retroceder, y cuando por fin lo hizo nada volvió a ser igual.
Construcciones en ruinas y cientos de árboles muertos conviven hasta hoy con las pocas edificaciones que quedaron en pie por haberse salvado del desastre, entre calles desoladas y vehículos abandonados. Todos estos condimentos conforman en conjunto un paisaje fantasmal, pero singularmente atrayente a la vez.
He aquí un video muy interesante que resume a través de fotografías el antes y el después de esta localidad estragada en cenizas, situada a solo unos pocos kilómetros del centro de Carhué: