Hernán Rodríguez

Para quienes ya peinamos alguna que otra cana el Parque de la Ciudad (ex Interama) representa mucho más que un parque de diversiones; fue un sitio mágico, que hasta hoy nos transporta a las mejores épocas de nuestra niñez y adolescencia.

Lamentablemente con el paso de los años la desidia se lo cobró entre sus cientos de víctimas y actualmente no es más que un gran pulmón verde del sur de la Capital Federal.

Por fortuna su ícono distintivo, la imponente Torre Espacial, aun sigue en pie pero junto a los esqueletos de algunos juegos mecánicos, es solo un vestigio de la magnificencia de tiempos pasados...

Cuenta la historia que hubo un grupo de emprendedores que intentó en su momento recatarlo del olvido. Y aunque el esfuerzo de años finalmente no prosperó, quedará en los registros para siempre todo ese noble y desinteresado trabajo. Y, ¿por qué no?, viva la esperanza de algún día reflotarlo y lograr el anhelado objetivo de verlo otra vez en funcionamiento. Aunque sea en parte, rescatando lo que aun queda en pie.

Hernan Rodriguez vive en Devoto. Es técnico operador de redes telefónicas y de datos. Y uno de los que llevó adelante este proyecto.

Tuvimos la oportunidad de compartir con un tiempo para conocer sobre su ONG y repasar su historia. Y también para volver aunque fuese por un ratito a ese imborrable pasado del que hablamos al principio.


¿Qué representa para vos el Parque de la Ciudad? Cuáles son los recuerdos más gratos que te trae?

Mis recuerdos más gratos en el parque, principio como público, de visitante, recorriéndolo...

La sorpresa de ver todo aquello por primera vez. O en las posteriores, descubriendo siempre nuevos e impactantes lugares.

Para mí representa magia. Un lugar que como a muchos otros nos supo conquistar durante nuestra niñez o adolescencia.

¿Cómo y cuándo arrancaron con la Organización por la Conservación del Parque de la Ciudad?

OCPC nació en 2007, cuando el parque vuelve a abrir sus puertas, luego de cuatro años.

Arrancamos como un proyecto para resguardarlo y defenderlo. Incluso intentar recuperarlo, más allá de tratar de mantenerlo vivo en el recuerdo de todos los que lo pudimos disfrutarlo en su época de pleno funcionamiento.

Dos meses antes los rumores de esa reapertura ya se habían convertido en una confirmación. En un foro donde se hablaba del tema nos conocimos los que integramos el proyecto y decidimos realizar nuestro aporte. Varios teníamos conocimiento en electrónica y nos ofrecimos como mano de obra para colaborar con las reparaciones que hiciesen falta para llegar a esa reapertura lo antes posible.

¿Cómo fue desarrollándose el proyecto a lo largo del tiempo?

Una vez que se formó OCPC nos presentamos formalmente ante las autoridades del parque manifestando que queríamos colaborar. En esa época estaba todo instalado así que considero que no hubiese tan complicado lograr la puesta en valor de los juegos. En base a eso comenzó un contacto fluido con las autoridades del Gobierno de la Ciudad. Constituimos formalmente la ONG. Pero con el paso del tiempo vimos que no podíamos participar como lo pretendíamos en un principio. Colaborar en la parte hidráulica, neumática, etcétera sabíamos que sería más complejo, pero ni siquiera tuvimos la oportunidad de pintar rejas, que era una de las tareas más sencillas.

Un convenio de colaboración estuvo a punto de firmarse varias veces entre las autoridades del parque de entonces y nosotros. Hasta incluso nos habían pedido que presentásemos pólizas de seguro, que sacamos y pagamos de nuestro bolsillo durante un tiempo, pero por la otra parte nunca vimos un interés legítimo...

Las tareas que teníamos pasaban a ser meramente administrativas. Todo lo que conseguimos no sirvió, no pasó de la parte burocrática. Muchas personas se fueron acercando pensando que por participar iban a tener algún tipo de beneficio referido al parque. Al ver que no fue así nos fueron dejando y quedamos pocos miembros, con cada vez menos capacidad de acción.

¿Cuántos son hoy los integrantes / socios de la Organización?

La organización ya hoy no funciona más. Cuando tuvo lugar Ciudad del Rock (pretendiendo hacer un Rock in Rio autóctono) se demolieron fuentes, canteros y se quitaron juegos e incluso la boletería de entrada. A pesar de todos los intentos que hicimos no pudimos detener el proyecto. Ese gran desguace fue un golpe muy duro para nosotros y ahí ya bajamos mucho los brazos...

Después con la construcción de la Villa Olímpica se demolieron los galpones de almacenamiento y mantenimiento y la famosa montaña rusa Aconcagua. Ese fue el golpe de gracia.

Desde hace unos años yo abrí la cuenta de Instagram @torreespacialok, donde vuelco periódicamente todo el material técnico e histórico que fuimos recabando con la organización a lo largo de los años.

¿Cuál pensás que fue hasta ahora el logro más importante que alcanzaron con su trabajo?

Uno de los mas importantes fue la Ley 3860/11, que le da protección a la Torre. Un texto que escribimos nosotros y presentamos en la Legislatura. Se votó por unanimidad.

Hicimos lo mismo para proteger todo el Parque, sobre todo el anfiteatro de aguas danzantes que tiene una arquitectura muy particular basada en las obras de Gaudí. Pero esa ley no se votó porque lamentablemente ya estaban preparando todo para el desguace...

En 2010 terminó el famoso juicio de Interama; cayeron las medidas cautelares que habían protegido al parque durante tanto tiempo. Ahí pudo la Municipalidad disponer del predio y terminó pasando todo lo que pasó...

Desde que se creó la Organización seguramente se toparon con muchas trabas y burocracia... ¿Cuáles fueron los momentos más difíciles que recordás?

Uno de los momentos más duros fue cuando nos enteramos que se iba a desguazar el parque.

También recuerdo la construcción del hospital Cecilia Grierson dentro del predio. Fue la primera porción que lo se utilizó para otra cosa. Si bien era un sector que estaba libre, la construcción del hospital cortó la circulación del trencito que recorría todo el perímetro. Una lástima porque se había puesto en operación de nuevo... Nosotros presentamos un proyecto para hacer un tendido alternativo para volver a cerrar el circuito pero tampoco prosperó.

Ese fue el primer golpe duro. Junto al de desguace, que tiró a la basura un montón de juegos que eran 100x100 recuperables.

¿Cómo se puede participar con ustedes?

Hoy por hoy por todo lo que te conté lamentablemente no podemos hacer nada en el parque. La mejor forma de colaborar es a través del envío de fotografías de visitantes. Todo el material que recibimos lo posteamos en las redes. Es gratificante ver como eso dispara memorias, y la gente después se suma en los comentarios contando sus propias anécdotas. Es una forma muy linda de mantener vivo el recuerdo del parque.