Camiones Duravit, Gorgo y Mionka

30.09.2020

Cesar G. - Monte Grande

Esta pasión que tengo por los camiones arrancó en 2003, cuando en unas vacaciones en una juguetería de Concepción del Uruguay vi un camión Duravit de esos que teníamos en nuestra infancia y un camión Gorgo que tenía la particularidad de ser una jaula con vacas. Allí en cada vacación donde fui, y siempre lamentándome por haber perdido dos trenes completos marca Ético en mi primera separación, pensé "voy a voy a buscar esto que me gusta; esto que me despierta emociones".

Descubrí que esto (que se convirtió en una pasión) me llevaba a un momento muy lindo de mi niñez, y quería reflejarlo. Descubrí que más que coleccionista soy un "acopiador": ¡empezás a juntar todo lo que ves!

Vas a la feria, vas a las jugueterías en el interior del país (porque acá en el gran Buenos Aires y en Capital es difícil hallar esta clase de juguetes) y siempre volvés con algo nuevo.

Me enfoqué en camiones y con mayor interés en los de Hacienda, debido a los gratos recuerdos que me traen: de chico iba con mi papá los domingos a visitar a mi abuela y a la vuelta era viajar detrás de esos camiones que llevaban ganado a Liniers... Entonces ahí empecé a individualizar imágenes de camiones de este estilo, de toda escala, de todo modelo, de toda textura. Y llegaron también un montón de otros que no están relacionados con ese rubro.

Con mi segunda separación y en este tiempo de pandemia me centré en intentar recuperar esos camiones que tenía guardados en cajas y pude hacerlo. Me dio una alegría muy grande. Y siempre hablo de alegría porque no deja de ser un sentimiento esto de de coleccionar...

Dentro de lo que son los camiones de chapa me doy cuenta que con algunas cositas los puedo restaurar, y hasta modificarlos. Y es ahí donde la pasión explota.

Es por eso que me contacté con esta web y acá estoy, y puedo mostrar y aportar los camioncitos y las camionetas que tengo de la línea Gorgo y de la línea San Mauricio, que están en permanente cambio, en permanente modificación y adecuación. ¿Por qué? Porque no me gustan los juguetes que son creados para una determinada finalidad y que después no se puedan modificar. Los que prefiero sí permiten adecuaciones como en la realidad, por ejemplo transformar una grúa o a un camión jaula hacerle un acoplado. Esas pequeñas cosas son las que a mí me gustan y estoy haciendo.

Un detalle que quiero destacar es que no me gusta tener los juguetes en una vitrina; que cuando viene un chico o mis hijas cuando quieren jugar pueden jugar. Para mí el juguete es para jugar, no para exhibirlo. Eso es lo que tuve en cuenta al elegir la línea de Gorgo la línea de San Mauricio y la línea de Mionka. Si se raspan, si se chocan, si las ruedas están usadas demuestra que el juguetes aprovechado. Eso para mí es muy importante.